El valor venal de un vehículo es un tema de alta recurrencia en los seguros de coche. En caso de accidente puede ser un concepto muy relevante para tu póliza. Por ello, es importante conocer su concreto significado y por qué es distinto de otros términos, principalmente de valor de restitución o de mercado.
El valor venal de un vehículo se puede definir como el importe al cual se puede vender en el momento actual. A medida que pasa el tiempo, desde que un coche sale del concesionario se va devaluando. Es por ello que un vehículo nuevo es más caro que un modelo idéntico con dos años de uso.
En lo referente a una póliza de autos, el valor venal del coche se utiliza de cara a marcar ciertas coberturas, por ejemplo la de robo, incendio o siniestro total (aunque hay otras que son especiales, y no suelen influir). ¿Qué quiere decir? Que según dicho valor, la indemnización correspondiente a un incidente será una u otra.
En el caso concreto del
siniestro total, las compañías mayormente ofrecen la
reposición de un coche similar al siniestrado o una
compensación
económica
equivalente al valor venal del mismo.
Como base, las compañías de seguros toman el valor oficial del vehículo del Boletín Oficial del Estado, en el cual se publican periódicamente las tasaciones actualizadas de todos los modelos comercializados en España. Sobre ese precio se efectúa una deducción en función de los años transcurridos tras la primera matriculación.
Una vez parten de ese valor, el cálculo se ve afectado por varios factores. Principalmente son:
Generalmente los vehículos no ven reducido su valor venal hasta que pasa el primer año. A partir de esta fecha y hasta el segundo, baja un 16%; al siguiente se reduce un 33% (del inicial), y así sucesivamente. Cuanto más antiguo sea un modelo, menor será su valor venal (lo cual influye notablemente en el precio de la póliza)
También ocurren casos en los que las aseguradoras indemnizan por siniestro total aunque el coche pueda circular. Esta situación tiene lugar cuando el coste de las reparaciones necesarias es mayor que el valor venal del vehículo, por lo que compensa más dicha indemnización.
Es
muy frecuente en vehículos antiguos, puesto que el paso del tiempo ha mermado notablemente su valor venal, y eso hace más sencillo que casi cualquier daño grave que reciba el coche implique la mencionada indemnización.
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